Los vecinos del barrio “Los Piletones” ya consultan en el Centro de Acceso a Justicia Itinerante que desde hace dos meses funciona los días miércoles de 10 a 16 hs en un Polideportivo.
En muchas de las villas y barrios de la Capital Federal ocurre el maravilloso fenómeno de la organización barrial. Las mejores condiciones laborales han empujado un proceso de integración y participación barrial, ya no para reclamar y protestar, sino para construir espacios de participación comunitaria; donde desde los más chicos a los abuelos puedan mejorar su calidad de vida.
Esto es lo que empieza a pasar en Piletones cuando mediante la comisión barrial recuperan un Comedor Comunitario y un Polideportivo. Actividades desde las artes marciales hasta culturales acompañan la comida del mediodía y la merienda.
“No somos muchos y como en todo lugar hay distintas opiniones, pero después de mucho esfuerzo y casi cuatro años, recuperamos el Polideportivo y el Comedor Comunitario que esta acá a una cuadra” nos cometa Marcial, Presidente del barrio “ahora de a poco y con todos los talleres y clases que se sumaron vamos dividiendo el trabajo, antes tratábamos de ayudar a los vecinos a hacer sus trámites pero nos costaba muchísimo, por eso es tan bueno que ahora tengamos el Centro de Acceso a la Justicia acá en el Poli”.
Los abogados comenzaron a atender en la casa del Presidente del barrio y al poco tiempo se trasladaron al Polideportivo, donde se improviso con mesas y sillas dentro del salón donde se hacen artes marciales.
“Los chicos llegaban las primeras veces y no entendía que hacíamos ahí en un salón de deportes, así que les explicamos que somos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y que estábamos ahí trabajando para ayudar con una orientación jurídica y con una asistencia psicosocial, así que al poco tiempo ya acudían con distintos temas como en cualquier oficina estatal” comentan las trabajadoras del nuevo CAJ.
En los distintos barrios en los que atienden los Centros de Acceso a la Justicia ocurre que al principio parece difícil para los vecinos entender que eso que se presenta cerca de sus casas es una oficina de un ministerio, y que atenderá allí de manera constante, sea de lunes a viernes o una vez por semana como en el caso de los itinerantes, pero al encontrar resultados, la voz de los vecinos se propaga de casa en casa, y pronto son muchas la consultas y necesidades que aparecen.
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